La adicción al móvil, también conocida como nomofobia, es el uso excesivo e incontrolable del teléfono móvil, que interfiere con la vida diaria y afecta negativamente las relaciones, el rendimiento académico o laboral, y la salud física y mental.

• Uso excesivo: Pasar demasiadas horas al día usando el móvil, incluso cuando no es necesario o en situaciones inadecuadas.
• Ansiedad sin el móvil: Sentir ansiedad, irritabilidad, ira o malestar cuando no se tiene acceso al teléfono.
• Interferencia en actividades: Descuidar responsabilidades laborales, académicas o personales debido al uso excesivo del móvil.
• Problemas de sueño: Dificultad para dormir o episodios de insomnio debido al uso del teléfono móvil.
• Aislamiento social: Preferir interactuar a través del móvil en lugar de en forma presencial.

La adicción al móvil puede llevar a varias consecuencias físicas, tales como:

• Problemas de visión: Fatiga visual, sequedad ocular y visión borrosa debido al uso prolongado de pantallas.
• Dolor de cuello y espalda: Conocido como «cuello de texto» o «cuello de móvil», causado por la postura encorvada al mirar el dispositivo.
• Problemas de sueño: La exposición a la luz azul de las pantallas puede interferir con el ciclo del sueño, causando insomnio y mala calidad del sueño.
• Tensión en las manos y muñecas: Problemas como tendinitis y síndrome del túnel carpiano debido al uso excesivo del móvil.

Las consecuencias mentales y emocionales pueden incluir:

• Ansiedad y depresión: El uso excesivo del móvil puede aumentar los niveles de ansiedad y causar depresión.
• Estrés: La necesidad constante de revisar el móvil puede generar estrés y sensación de urgencia, irritabilidad, ira y ciertas conductas agresivas.
• Disminución de la concentración: La multitarea y las interrupciones constantes pueden reducir la capacidad de concentración y la atención.
• Aislamiento social: Aunque el móvil permite la comunicación constante, puede llevar a una disminución de las interacciones cara a cara, causando sentimientos de soledad y de aislamiento.

La adicción al móvil puede dañar las relaciones de varias maneras:

• Desconexión emocional: Pasar más tiempo en el móvil que interactuando con amigos y familiares puede llevar a la desconexión emocional.
• Conflictos: El uso excesivo del móvil puede ser una fuente de conflictos en relaciones de pareja, relaciones familiares y de amistad.
• Menor calidad de las interacciones: La distracción constante debido al uso constante del móvil reduce drásticamente la calidad y profundidad de las conversaciones con las personas del entorno.

• Establece límites de tiempo para el uso del móvil.
• Utiliza aplicaciones que monitorean y restrinjan el tiempo de pantalla.
• Desactiva notificaciones innecesarias.
• Dedica tiempo de calidad a compartir con ellos actividades sin tecnología (practicar deportes, pasar tiempo con amigos y familiares, compartir hobbies, etc.)
• Guarda el móvil en otra habitación durante la noche para evitar su uso antes de dormir y durante la noche.

Sí, los niños y adolescentes son un colectivo particularmente vulnerable a la adicción al móvil debido a su uso frecuente de redes sociales y videojuegos. Es importante que los padres establezcan límites y fomenten actividades sin tecnología.

Si crees que alguien cercano tiene una adicción al móvil, puedes:

• Hablar con esa persona de manera abierta y sin juzgar.
• Animarla a reconocer el problema y buscar ayuda profesional.
• Sugerir actividades conjuntas que no involucren el uso del móvil.
• Establecer tiempos y lugares donde el uso del móvil esté restringido.